Sin duda, uno de los principales retos de la maternidad es aprender a afrontar este tipo de adversidades para lograr un desarrollo infantil lo más saludable posible.
Existen distintos métodos que pueden ayudar a nuestro bebé a dormir y uno de los más conocidos y que más cuestionamientos y preocupaciones ha desatado es el famoso método del aprendizaje psicológico, mejor conocido como de extinción o “déjalo llorar hasta que se duerma”.
Se han realizado distintos estudios para medir las consecuencias y efectos secundarios de los diferentes métodos de enseñanza del sueño, ya sean métodos graduales o de extinción, en los que se evalúa si alguno de ellos podría desarrollar problemas emocionales, conductuales o incluso afectar la relación padre-hijo.
The American Academy of Pediatrics, realizó un estudio en el cual se aplicaron 3 distintos métodos de aprendizaje del sueño (extinción, desvanecimiento gradual y educación del sueño) a una muestra de 43 bebés de entre 6-16 meses, en el cual se le pidió a los padres; llevar una bitácora de siestas y sueño, realizar los bebés muestras de cortisol salival por la mañana y por las tardes y llevar también una bitácora de estado de animo para ellos como adultos.
El estudio se midió en dos fases, a los 3 meses y a los 12 meses de iniciar el entrenamiento del sueño y por resultados fueron los siguientes:
- El cortisol salival mostró disminuciones de pequeñas a moderadas en los grupos de extinción gradual y desvanecimiento a la hora de acostarse en comparación con los controles.
- El estrés de las madres mostró disminuciones de pequeñas a moderadas para la extinción gradual y las condiciones de desvanecimiento a la hora de dormir durante el primer mes, pero no se detectaron diferencias en el estado de ánimo.
- A los doce meses de la intervención, las madres completaron evaluaciones sobre los problemas emocionales y de comportamiento de los niños, tanto las madres como los bebés se sometieron al procedimiento de situación extraña para evaluar el vínculo entre padres e hijos en el cual no se encontraron diferencias significativas en los problemas emocionales y de comportamiento, ni diferencias significativas en los estilos de apego seguro-inseguro entre los grupos.
Las conclusiones del estudio fueron las siguientes:
Tanto la extinción gradual como el desvanecimiento a la hora de acostarse brindan importantes beneficios del sueño por encima del control, pero no transmiten respuestas de estrés adversas ni efectos a largo plazo sobre el apego entre padres e hijos o las emociones y el comportamiento del niño.
Puedes consultar el artículo completo en: https://pediatrics.aappublications.org/content/early/2016/05/21/peds.2015-1486
¿Sabías que dos tercios de las mamás diagnosticadas con depresión están vinculadas a problemas de sueño con sus bebés?
Ayudar a nuestros bebés a que aprendan a dormir a sus horas es esencial para la salud de toda la familia. Si bien no podemos discutir entre cuál es la mejor técnica puesto que todas muestran resultados favorables, podrás elegir la que mejor se adapte a tu estilo de vida y de crianza.