La falta de sueño es una de las principales causas de peleas entre parejas. Además, es también una de las causas más frecuentes de depresión postparto en mamás.
Según especialistas en sueño, para un adulto dormir menos de 6 horas en las noches se considera ya un privación de sueño importante que podría desencadenar diferentes trastornos y enfermedades.
Cuando nos convertimos en mamás y papás, el sueño se vuelve un tema. Dormir las noches corridas ya es imposible porque aunque tu bebé sea un excelente dormidor necesita alimentarse cada 3-4 horas para mantener sus niveles de azúcar en la sangre.
Una persona que no duerme bien en las noches presenta los siguientes síntomas:
Problemas para prestar atención.
Preocupación y angustia excesiva.
Incapacidad de reaccionar ante una emergencia.
Irritabilidad.
El conjunto de todas ellas nos hace entrar en un modo supervivencia en el que buscamos darle a nuestro cuerpo lo que necesita, SUEÑO. Es esto lo que muchas veces provoca que estemos en constante pelea con nuestra pareja, pues queremos definir “quién merece dormir esa noche” y se vuelve un tema de todos los días.
Entonces ¿qué puedes hacer para dormir mejor incluso siendo mamá/papá?
1.- Establece roles con tu pareja, en los cuales acuerden quién es responsable de qué acciones en la crianza. Por ejemplo: mamá se encarga de el cambio de pañal y ropa en las mañanas y papá de la rutina de sueño en las noches.
2.- Asignen noches de guardia para que uno pueda descansar lo más corrido en la noche. Un día mamá y otro día papá.
3.- Enseña a tu bebé desde que llega a casa a tener buenos hábitos de sueño (Si no sabes cómo, da clic aquí) esto le permitirá ir alargando sus periodos de sueño conforme va creciendo, volviéndolo capaz de dormir 10-12 horas corridas por las noches a los 5 meses de edad.
Y la última y probablemente más importante…
4.- Platiquen mucho entre ustedes, expresen sus emociones, sus inquietudes y sus disgustos. Así lograrán encontrar la solución que mejor se adapte a su familia.
Recuerda que es muy pero muy válido pedir ayuda cuando sientes que necesitas un tiempo para ti, para dormir, para disfrutar, para descansar.
No sientas pena nunca de acercarte a tu familia, amigos y/o especialistas, siempre habrá alguien dispuesto a ofrecerte su apoyo.