El llanto es la forma en la que los bebés se comunican con nosotros, hacerlo mientras los estás preparando para la hora de dormir muchas veces suele significar “sobrecansancio”.
Si, aunque creemos que los bebés cuando están muy cansados deberían de dormir más rápido, ocurre totalmente lo contrario y te voy a explicar por qué.
En el sueño, hay dos hormonas que juegan un papel importante, la melatonina y el cortisol.
La melatonina es la hormona del sueño, aquella que nos hace sentir cansados y somnolientos. Mientras que el cortisol es la hormona del estrés, que nos hace sentir alerta.
Cuando nuestro cuerpo empieza a segregar melatonina y empezamos a sentirnos cansados pero no atendemos la necesidad de dormir, es decir, no vamos a la cama en ese momento y nos acostamos, llega lo que comúnmente llamamos como “segundo aire” que no es nada más que una segregación de cortisol que nos hace volver a sentirnos despiertos.
Ahora que ya te expliqué un poquito cómo funciona el cuerpo y el sueño entenderás que es importante agarrar el sueño de los bebés a tiempo. Para esto existen las ventanas de sueño, que es el tiempo mínimo y máximo que debe permanecer tu bebé despierto entre una siesta y otra (te dejo aquí la tabla).
También es importante que sepas identificar las señales de sueño que te da tu bebé para que no se pase la hora de acostarlo, entre estas señales están:
- Se tallan los ojitos
- Cejitas enrojecidas
- Se jalan el pelo y las orejas.
- Empiezan a estar irritables
- Mirada perdida
¿Identificas alguna de estas en tu bebé?
Con esta información puedes decidir hacer pequeños cambios en tus horarios y rutinas para intentar agarrar el sueño a tiempo, recuerda que si necesitas ayuda para ajustarlo ¡puedes escribirnos! Tenemos una solución para todas las edades.