Nosotr@s siempre recomendamos a las familias que incluyan en sus rutinas de sueño los saquitos para dormir ¿pero por qué? ¿qué tienen de especiales? Déjame contarte qué es lo que los hace la mejor opción para tapar a tu bebé.
La seguridad al dormir:
Ninguna cuna debe tener cobijas, almohadas ni mucho menos colchas por seguridad, ya que los bebés no tienen la fuerza ni la habilidad de quitársela de encima y puede ocasionar un peligro de asfixia, además de que no permanecen tapados porque naturalmente se mueven mucho durante la noche.
Sé que como papás nos preocupamos por que nuestros bebés duerman calentitos durante la noche y precisamente eso es algo que los saquitos nos permiten, mantener a nuestro bebé a una temperatura constante e ideal dependiendo de la época del año eliminando cualquier riesgo de asfixia por algún otro objeto.
Los saquitos miden su temperatura en TOG (thermal overall grade) que básicamente te indica qué tan calientita es una tela. Aquí te dejo una Tabita en donde encontrarás la guía del nivel de TOG que necesitas según la época del año.
Rutina:
Los saquitos se vuelven parte de la rutina de nuestro bebé, ellos aprenden a reconocer que el traerlo puesto significa que es “la hora de dormir” y se preparan para hacerlo. Es como para nosotros adultos, acostarnos en la cama y taparnos con la sábana nos da exactamente esa misma señal.
Además este sentimiento de seguridad y familiaridad que le da el saquito a tu bebé, le ayudará a poder conciliar el sueño en ocasiones en las que no pueda dormir en su cuna, como un viaje, la casa de los abuelos, etc.
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